Con la cara de un verdadero gángster, así se puede describir a Allan Thompson. Con sus ojos torcidos y sus espesas cejas a lo Robert Mitchum, hay algo familiar en su mirada. Típico de los tipos duros del cine negro, con un cigarrillo siempre en la boca.
Conocemos su debilidad por el alcohol, de ahí la presencia de esta botella con su evidente contenido. Las bebidas puras de malta y mezcladas fueron a menudo objeto de tentación para un viejo lobo de mar que, sin embargo, se mantuvo sorprendentemente sobrio en esta secuencia.
Esta figura, pintada a mano, corresponde al álbum “Stock de Coque” en la viñeta aparece en el “Ramona”, provocando al capitán Haddock.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.